Los recuerdos que tengo del Callao, se remontan a mi niñez y una excursión con el colegio, después no tuve la oportunidad de regresar muchas veces ya que quedaba lejos de dónde yo vivía y estudiaba; y también por qué era conocido cómo un lugar dónde uno se tenía que mover con cautela ya que los robos estaban a la orden del día.
En 2018 visité El Callao, me habían contado que habían puesto mucha vigilancia y que habían lugares muy pintorescos. Con un taxi después de pasar por calles y estrechos callejones, llegué a un lugar dónde había murales pintados de rosado algodón de azúcar.
Los íconos de la salsa, Celia Cruz y Hector Lavoe estaban retratados en las paredes, también había retratos de exponentes de la música criolla peruana como Chabuca Granda y El Zambo Cavero, todos ellos que en paz descansen.
El Callao no es solo el primer puerto peruano pero también es considerado el corazón de la salsa en el Perú; cuentan que Hector Lavoe se quedó sorprendido durante su visita y concierto en 1986; él no sabía que los chalacos (habitantes del Callao) lo querían y veneraban tanto.
Después de tomar algunas fotos y pasear por la calle rosada, nos dimos cuenta que había un hombre que nos estaba siguiendo, no había nadie, yo pensé que “Las caras de Atahualpa” eran una atracción turística pero, no había ni turistas ni vecinos de por ahí, ni curiosos.
No había nadie, solo una bodega en la esquina que vendía sus productos a reja cerrada. El hombre que nos seguía a mi y a mi amiga María Claudia que es fotógrafa, empezó a hacer señas y vimos que a lo lejos se apareció otro hombre más ¿sería su compinche?, ambos comenzaron a acercarse muy lentamente mientras que miraban a su alrededor.
No sé cuáles serían sus intenciones, nuestras cámaras y nuestra presencia, llamaban la atención, nos asustamos y comenzamos a caminar rápido pero no teníamos a dónde ir. Logré llamar a un taxi con mi celular y apareció en pocos minutos.
Cuando les conté a mis amigas que viven en Lima nuestra experiencia, me dijeron, que tuvimos suerte ya que allí roban mucho.
La próxima parada fue en los alrededores de “Monumental Callao”, allí hay galerías y salas de exposiciones que puedes visitar gratis, con suerte te puedes topar con algún concierto de salsa, nosotros terminamos nuestro paseo bailando canciones de Oscar de León y Joe Arroyo interpretadas por una banda de salsa que tocaba en unos de los techos de las galerías de arte, y desde dónde se podía ver el Océano pacífico.
Nota: En octubre del 2020 borraron los murales “Las caras de Atahualpa” una pena.
Aquí comparto un playlist salsero, ¡espero les guste!